Ciudad grande, va deprisa...

La venas de la ciudad son negras.
De asfalto negro, de escarcha negra.
Rosas y lirios de sangre llevan,
manos abiertas como azucenas.
Y otras cerradas y fatigadas,
Pútridas sombras
ajadas y viejas.

Las venas de la ciudad,
son metálicos raíles,
sepultados y largos,
como la reata de sueños
de los espectros que te miran,
siempre de paso,
allí enterrados.