Marzo del 2017

Buscando como desenmarañar el tiempo,
sin más pretensión que la huida del campo de batalla,
la fuga de la mísera trinchera, la deserción programada.
La indiferencia hacia todos los estandartes.
Esperando que se arríen todas las banderas
y se icen todas y cada una de las personas,
como cuando se trepa por la cucaña.
Que los bosques crezcan hasta emborronar todas las fronteras,
y nadie sepa de dónde es, ni en que lado está.
Que desaparezcan los gentilicios, pero que perduren los lugares,
y que se invité a todo el mundo a cobijarse allí.